miércoles, 21 de octubre de 2015

EL TALÓN DE AQUILES





Ya estaba hecho. El agua caía como los recuerdos, no fue difícil decir adiós.
La hipoteca, la compra diaria del pan, las reuniones de vecinos, las extraescolares, para ti, cuida de los niños, te quieren mucho.
 Me miró a la cara, después de diez años seguía siendo la chica más guapa que había visto, me parecía una de sus bromas habituales, y sonreí.
No tuve tiempo de mirar atrás, se quedó petrificado, tenía una mueca rara, le rocé la mejilla, y en su barba de tres días recordé la rutina, el cansancio, la melancolía y salí, respiré, era libre.
Ya estaba hecho. El agua caía como los recuerdos, no fue difícil decir adiós.