viernes, 19 de septiembre de 2014

SIN RECURSOS


Pedro Rojas era tremendo, su decisión fue firme, diría más, definitiva, no podía hacer otra cosa, lo habló con sus amigos, con sus enemigos, con su agente literario, en fin, hasta se atrevió a llamar a su hermano al que detestaba por una cuestión de cuernos, pero nada. Estaba vacío, seco, sin nada más que decir. Así que cogió lo más a mano que tuvo, un libro, El perro de los Baskerville, y salió a una calleja estrecha, cerca de una iglesia, esperando alguna suerte de inspiración divina. Montó su chiringuito y se puso a pedir, colocó con destreza la novela de Conan Doyle a modo de triángulo equilátero y encima un cartón donde había escrito con rotulador permanente... sin recursos. Le dieron monedas, bocadillos, latas de cerveza, incluso le hicieron caricias, pero nadie le dijo al oído lo que quería escuchar: “Levántate y anda, coge de una maldita vez papel y bolígrafo y no llores tanto”. Hoy han pasado diez años y tiene más tripa y menos sueños.



viernes, 5 de septiembre de 2014

LA RESPUESTA


Solicito,
no,
exijo un poquito de comprensión,
 si no creo en dios sean indulgentes
padre nuestro que estás en el cielo,
si no voto en las elecciones sean comprensivos,
la izquierda y derecha unida jamás serán vencidas,
Nicanor Parra mediante,
no les pido que me salven
eso no tiene remedio,
tampoco necesito un Kalashnikov
ni versos de Neruda
me gustas cuando callas,
guárdenselos para otros,
maldita sea,
vuelvan de las cárceles
riendo y cantando,
y no llamen a mi puerta
no hay nadie,
y no me busquen en los hospitales
no me van las vías intravenosas,
si quieren
miren en los abismos

allí tendrán la respuesta.